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Cuido a mi familia
¿Inteligencia emocional? ¡¿Qué es eso?!
Si nos preguntaran si amamos a nuestros hijos, no tendríamos palabras para responder, puesto que el amor que tenemos por ellos es inconmensurable, pero no basta con sólo quererlos y consentirlos: también hay que criarlos, con sanciones y felicitaciones a lo largo del camino. La formación de los vínculos afectivos de estos niños también está en nuestras manos.
Un solo portazo, es una de las cosas que a las mamás nos descompone, ¿y quién fue? tu hijo mayor de 5 años enojado porque no puede ir a jugar fútbol con los niños grandes del parque. Tu primera reacción a tal falta de respeto es regañarlo, gritarle y hasta castigarlo, pero ¡ojo! lo que hagas es el espejo de lo que él hará en el futuro.
Por ejemplo lo que pasó con mi hijo Lucas para que actuara de esa manera es que se enojó (emoción), quiere que se enoje su mamá (pensamiento) y golpea la puerta (acción). Claramente no está ni controlando, ni gestionando, ni utilizando sus emociones, las cuales están presentes día a día en la vida de cualquier persona.
Nuestro rol como mamás entre muchas otras cosas (embarazarnos, dar a luz, amamantarlo, quitarle el pañal, dormirlo, alimentarlo, entretenerlo, educarlo, vestirlo, bañarlo, llevarlo al jardín, etc., etc. y etc.) es también que tanto Lucas, como todos nuestros hijos, aprendan sobre la inteligencia emocional ya que ninguna mamá querrá que su hijo(a) sea un inadaptado(a) social.
El conocer, comprender y controlar los impulsos, habla de niños que aceptan las frustraciones, obedecen un NO y respetan a sus pares. Te dejo estos cinco consejos para que ayudes a tu hijo(a) a desarrollar su inteligencia emocional:
Acuérdate que cada niño tiene su tiempo, las edades sugeridas son aproximaciones. La maduración sana de un niño la hacen sus padres y su entorno (familia, colegio, etc.); las madres deseamos criar personas para que se desarrollen felices en la sociedad. No es fácil saber si lo estamos haciendo bien o no, por eso no dudes en consultar a expertos en el tema o buscar libros que te ayuden. ¿Cómo vas en el camino de enseñar las emociones? ¿Cuál es el mejor consejo que has recibido?
1- Controlar la rabia (un año):
Cada vez que tu hijo(a) se enoje por algo seguramente empezará a gritar, pegar, lanzar cosas, pero a través de tu cariño enséñale permanentemente lo bueno y lo malo. Corrígele las malas acciones conversando siempre con él, cambiando el tono de tu voz si quieres para que sepa que no estás contenta con su actuar. No grites, ni pegues y espera a que tu hijo(a) esté calmado(a).
2- Reconocer y nombrar las emociones (2 años):
Los niños deben empezar a conocerse a sí mismos y saber qué les está pasando, verbalizando lo que sucede con ellos. Puedes empezar a leerles cuentos y hacer hincapié en los rostros de los personajes con sus respectivas emociones. Esto además, contribuye a que desarrollen su empatía. Más grandes y con tu ayuda, ellos mismos te empezarán a decir qué sentimientos tienen.
3- Comuníquense (3 años):
Habla, razona, ponles ejemplos, pregúntales. Parte de ser madre es el juego constante con los hijos, ya que por ahí les vas enseñando lo que se debe o no hacer. Cuéntales historias con moralejas, pregúntales cómo se sintieron al pegar un portazo, haz que conversen entre hermanos para resolver las peleas.
4- Que sepan escuchar (4 años):
Cuando les digas cosas importantes ponte a la misma altura de ellos, míralos a los ojos y que ellos hagan lo mismo y háblales pausadamente, suave, siempre con buenas palabras. Ellos te deberán escuchar y esperar su turno si quieren argumentarte. La charla debiera terminar con un "OK mamá" o "ya entendí" por su parte.
5- Darles la confianza y el ejemplo (desde siempre):
A medida que crecen, los temas en sus vidas se hacen más complejos pero si tú has sido una madre que los ha educado en lo emocional y abiertamente has tocado temas complicados, tus hijos seguirán los pasos de su hogar. No cuestiones siempre sus modos de pensar, ponte en sus zapatos, no te creas más inteligente que ellos (sólo más grande) y demuéstrales tu amor cada vez que te acuerdes.
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